@1tristeprofesor
Cuando uno comienza en un centro nuevo, como es mi caso, debe tener paciencia. Hay que conocer a los compañeros, al alumnado, la historia del Fray e incluso vislumbrar parte de la idiosincrasia de los moronenses. Sin embargo, de igual modo, uno no puede renunciar a su identidad, a su trayectoria, ni tampoco a sus intereses e ideales. Por todo, ello, y sin mucha paciencia, desde luego, nos hemos lanzado a la piscina en este otoño raro, y hemos realizado una primera acción poética con el alumnado de 4º de la ESO en Valores Éticos. La experiencia se llama: SEAMOS OTOÑO.
Es una actividad de Creatividad Literaria que puedes conocer pinchando aquí y que bebe abiertamente, de Raquel Bullón Acebes (+info, aquí). Un intento de experimentar con una construcción muy sencilla, las posibilidades del lenguaje con nuestro mundo interior, con nuestros deseos, con nuestra manera de ver el mundo. De hecho, el alumnado tenía que poner en juego, respetando una estructura sencilla, aquello que deseaba que el transeúnte anónimo que leyera su propuesta, se llevara en forma de hoja.
El resultado con el alumnado fue desigual. Probablemente, todavía no entienden la dinámica de mis clases; probablemente, todavía no se atreven a explorar su creatividad; probablemente, necesitamos un poco de paciencia para conocernos todos y confiar unos en otros para cambiar el modo de trabajar en el aula. Y, sin embargo, no se lo pasaron muy mal cuando salimos unos metros del centro para realizar nuestra acción poética:
Espero que mi alumnado comprenda la importancia de este tipo de iniciativas, no se trata de salir del centro, perder el tiempo, etc. Se trata de cambiar actitudes, de cambiar la perspectiva sobre la metodología. Se trata de realizar trabajos de introspección y de creatividad utilizando el experimentalismo literario como excusa. Se trata, desde el principio y en el fondo de crecer. Pero de crecer juntos.
Gracias a mi alumnado y ya mismo más, sin duda.
